martes, 17 de enero de 2017

Ácido ascórbico (Vitamina C) y el Dolor Miofascial.












Ácido ascórbico (Vitamina C) 
      y el Dolor Miofascial.





El dolor miofascial por puntos gatillos miofasciales, representa una causa prevalente de dolor en todas las zonas del cuerpo, que ha sido descrito como responsable de dolor en numerosas especialidades médicas. Mientras que puede que ya no sorprenda que un alto porcentaje de los pacientes de una clínica de dolor crónico presentan dolor debido a puntos gatillos miofasciales.

Un Punto Gatillo Miofascial es un punto de dolor cuyo origen es el  músculo esquelético teniendo las siguientes características: dolor en una zona vecina y referida al musculo afectado, existencia de puntos gatillos (es un punto altamente irritable de dolor  en un nódulo dentro de una banda tensa palpable de músculo esquelético), Acortamiento de la fibra muscular que va a producir una restricción en la movilidad normal del músculo.



Implicación de la Vitamina C en el dolor Miofascial.


Esta vitamina tiene importancia clínica para la musculatura ya que puede evitar gran parte del dolor y la rigidez muscular postejercicio corrigiendo la gran fragilidad capilar que está asociada con la deficiencia de ácido ascórbico, e interacciona fuertemente con otras numerosas vitaminas importantes para la función del musculo.

Como descubrimiento en 1982 Albert Szent aisló un químico que protegía algunas frutas de la decoloración y la infección cuando recibían un golpe. En la actualidad se conoce este producto químico como ácido ascórbico o vitamina C. su descubrimiento le valió el premio nobel en 1937.

El hombre es incapaz de sintetizar ácido ascórbico, lo cual le hace dependiente de fuentes exógenas. Por los registros históricos se sabe que el escorbuto (enfermedad producida por la carencia o escasez de vitamina C) fue el azote de ejércitos, marineros y exploradores en los viajes largos sin alimentos frescos, hasta que se aprendió a incluir una fuente adecuada de vitamina C como fue el zumo de lima.

La vitamina C se encuentra implicada en un gran número de funciones orgánicas esenciales, como la síntesis del colágeno, la degradación de los aminoácidos y la síntesis de dos neurotransmisores (norepinefrina-serotonina) ambos importantes para la modulación de la transmisión del dolor en el sistema nervioso central.

La proteína más importante de los mamíferos es el colágeno, que constituye casi un cuarto de las proteínas totales de los tejidos orgánicos. Sin vitamina C que proporcione el colágeno necesario para una pared vascular firme, el paciente experimenta una marcada fragilidad capilar y facilidad para los hematomas.

De acuerdo con la experiencia clínica el dolor y la rigidez que se experimenta el día después de un ejercicio fuerte se previene o se reduce notablemente con el consumo de la vitamina C tomada poco tiempo antes o después del ejercicio. La vitamina C se absorbe prontamente en el intestino delgado superior y el exceso es rápidamente excretado (liberado) por el riñón y muy poco por otras vías, por lo tanto no existe un almacenamiento extensivo.
Las fuentes potenciales excelentes de vitamina C son Brócoli, coles de Bruselas, col rizada, nabos, guayaba y pimientos.
La relación que existe entre un tratamiento físico rehabilitador en el manejo del dolor muscular debería estar siempre acompañado por un abordaje de las deficiencias nutricionales para un mejor abordaje terapéutico.

No siempre donde duele esta la causa del problema.


























































No hay comentarios:

Publicar un comentario