viernes, 17 de marzo de 2017

Carta de TAO a su Fisio.




Compartiendo Mi Dolor

Buenos días!!!!!!, serán para Ti... 
¿Que si he dormido bien? ¿Pregunta con truco?.
Buenos días, Buenas tardes, Buenas noches, venga que tu puedes, venga anímate que afuera te sentirás mejor, y un sin fin de frases, de ayuda, no lo dudo, pero de los que creen conocer lo que siento sin haberlo sentido ellos. 

Mi nombre es Tao, tengo una edad prudente, no llego a 60 pero tengo casi 59 jajaja, buena edad para vivir lo que vivo. Sufro de dolor crónico, sin diagnóstico y sin tratamientos válidos. Hace 8 años, comencé este cuento que más que narrar mi historia simplemente vivo dia a dia una obra pero de Terror aunque ha cambiado y seguro ira para mejor. 

Comencé mi AVENTURA en este camino del dolor, intentando encontrar una definición que me ayudara a comprender, lo que me estaba pasando, la primera definición de dolor recuerdo que fue esta:

 "Experiencia sensorial y emocional  desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial" 

Una de las tantas definiciones que en mi desesperada búsqueda leí y que al principio y hasta hoy no he llegado a entender.

Tengo dos hijos de 30 y 33 años, maravillosamente fantásticos, y que voy a decir si son mios y salieron a su padre, la otra joya de la casa. ninguno de los 4 sabíamos cómo abordar mis cambios de humor, mis dolores matutinos, mis alteraciones del sueño, mi apatía y una cantidad de acciones negativas que cada día condicionaron mi vida. 

Todo comenzó 6 meses despues que fallecio mi madre. Una de estas enfermedades degenerativas, a las que la ciencia estudia tanto, pero que son tan complicadas, que aún no hay mucho remedio para tratarlas o al menos retrasar su terrible evolución. Mama sufria de Alzheimer, y yo encantada de estar con ella, no dejaba de ser un desgaste físico y mental para las dos. Todos marchaban de casa, con sonrisas y gestos que desencadenaban una ola de buena energía y gran apoyo familiar; pero al cerrarse la puerta y el reloj empezar a contar sus horas, esa ola se convertía en miedo, soledad, tristeza, preocupación y desconsuelo, todas ellas guardadas en un rincón de mi cabeza, en ese momento, pensaba que no era importante compartirlas con nadie, cosas que solo las mujeres podemos entender, aunque hoy en dia no las guardo de esa manera. ¿por qué tropezar dos veces o tres con la misma piedra? una de las tantas lecciones que fueron aprendidas.  

Siempre había sido una mujer físicamente fuerte, muy alegre, con aparente buena salud, muy sacrificada y con un amor por la cocina increible. Dicen que el amor entra por la cocina y en mi caso y el de mi marido fue así. Recordar cosas bonitas de tu vida ante tanto desajuste en la que vivo ahora es de gran ayuda.

Las peores horas eran las de la mañana, salir de la cama era todo un suplicio, el dolor de cabeza era insostenible y la sensación de que taladraban en ella no se me iba ni un minuto. sentia mucha rigidez en todo mi cuerpo, como si el control no estaba en mi, sino en un mando a distancia, pocas horas de sueño reparador me acompañaban y la poca energía me invadía por dentro.  

Una vez en pie, parecía que todo marchaba con un poco más de orden y dentro de unas acciones de vida normal, pero las pocas ganas de comer y el sentimiento de tristeza me abordaban. Al principio los medicos, me decian es normal que te sientas asi con toda la tensión que vives en casa, el cuidado de la casa, el cuidado de tu madre y a tu edad, recordando que tenía en ese entonces 50 o 51 años casi, los cambios hormonales propios de la mujer pueden añadir factores que aumentan tu cuadro clinico. 

Comencé con la medicación solo para relajar un poco la musculatura, algunos analgesicos que la verdad, poco efecto me hacian y algo muy ligero para ayudar a dormir. el tiempo no caminaba a mi favor y la medicación casi no me regalaba grandes efectos o quizás más bien, algunos efectos pero poco aceptados por mi estómago. 

Asumi mi situación como de gran estrés, mi familia ayudaba en lo que podía y una vez que paso, lo que tenía que pasar, pero a lo que nunca encuentras estar preparado y es a la perdida de Mama. Me consolaba el hecho de pensar, que el descanso para ella había llegado y que su descanso, era el inicio del mio, pero en ese momento no sabes si prefieres seguir a su lado, aun con gran deterioro o aceptar, que la pausa, a una situación agotadora a llegado y que la vida tiene que seguir sus pasos. ¿Hasta dónde puede llegar nuestro egoísmo? por el solo hecho del miedo a perder a lo que más amamos. 

Pasaron los meses y mi sensación de fatiga, cansancio, cambios de humor repentinos, poca concentración, inapetencia y una profunda tristeza me abrazaban dia tras dia como si de una gran hermandad habláramos. 

Un buen día, deciden hacerme exámenes, donde aprecian una artrosis en distintos niveles de mi columna y esto acompañado con unos signos de contracturas musculares y una gran rigidez sobre todo en mis hombros y cuello. el médico decide un plan de tratamiento con relajantes musculares que ya un tiempo, había tomado y fisioterapia, para él, unos masajes me vendrían muy bien. 

Asistí a rehabilitación unos 20 días, diariamente, la primera semana algo aliviada me encontraba, sobre todo, al relajarme los músculos de la espalda, pero la tabla de ejercicios no me convencia mucho, la sensación de mareillos no me la quitaba nadie y el calor con los días ya no me prestaba tan bien. El médico rehabilitador, constato que ya tenía que tener un avance, el notaba mis tejidos más suaves y mis movimientos para él, eran normales, así que a casa y a esperar un tiempo a ver como me encontraba.  

En resumen nada bien, cada dia era peor, el calor poco me hacía, las noches tormentosas, ya no sabia donde ubicar mi dolor, simplemente lo sentía por todo el cuerpo, sensaciones de hormigueos estaban presentes, me costaba entender ¿Qué pasaba? y decidí buscar ayuda. Volví a mi medico y le explico mi situación, me comento que me enviaria al reumatologo y tras unas analiticas y un largo camino para llegar a un diagnostico medico, me dicen que tengo FIBROMIALGIA. 

Internet mi gran salvador, me definió Fibromialgia de esta manera: 

"Trastorno que causa dolores musculares y fatiga. las personas con Fibromialgia tienen calor y sensibilidad alterada en todo el cuerpo"

El medico me explico que tenia síntomas asociados a la Fibromialgia como: Dificultad para dormir, Dolor por las mañanas, Dolores de cabeza, Adormecimiento en manos y pies, falta de concentración y puntos a evaluar que me daban positivos siendo esta prueba clave para diagnosticar la Fibromialgia. 

Ya tenía un diagnóstico, que para mi tranquilidad, me aportaba confianza de que mis dolores y mis sensaciones no eran inventadas, mi dolor era real y mis sintomas justificados. Pero ¿Qué podían hacer por mi?, ¿Que tratamientos podrían ayudarme?, me quedó claro que era una condición de vida y que tenía que aprender a vivir con mis dolores, aun la ciencia no sabe la causa de mi condición de vida, para no decirle enfermedad. 

Asi transcurrio el tiempo, yo con mis dolores que para el médico eran brotes e intentando de ajustar mi situación día tras día. probé muchos tratamientos que amistades me iban comentando y otros que miraba en internet; Comencé con fisioterapia particular (Masajes, ejercicios de cuello frente a un espejo, corrientes analgesicas), Luego probe la acupuntura 10 sesiones mínimo para notar cambios y no había ninguno, hasta el Reiki, homeopatía, quiropráctica y todo lo que salía, dinero perdido pero lo peor es que mi situacion de mano en mano empeoro. 

Cuando menos buscas encuentras y así fue; me recomiendan ir a un fisio, que según no hacía lo que muchos otros hacen y ¿Que era?, pues no tratar lo que duele sino más bien intentar de razonar que pasa y que paso en nuestro cuerpo para llegar a la situación de ahora. ya no me creía nada, pero me decidí a visitarla. 

Buenos días Sra Tao, un gusto. Cuénteme ¿En qué le puede ayudar?, sorprendida me quedé, porque una pregunta como esa es claro que no la esperaba. El dolor que tengo y la situación de vida no consta de ninguna calidad, por lo tanto, si me ayuda en todo lo que siento, pos claro que esa sería la respuesta, quiteme mis dolores o al menos ayúdeme a entender que me pasa. 

La fisio me valoro de punta a punta, rellenamos unas preguntas sobre mi dolor, mis dificultades de movimientos, mis capacidades disminuidas, mi actividad física, mis emociones y estados de ánimos y hasta que comía. de ahí que me sugirió realizar una analitica para ver mis valores que algo podríamos abordar desde la suplementación y la alimentación. 

LLegó a la conclusión que había vivido por mucho tiempo, con alto grado de estrés, que mantenido en el tiempo, afectan a nivel oxidativo en nuestro organismo. Valoro mi postura, constatando que mi calidad muscular no era la más idónea y que mi postura, daba pinceladas de adaptaciones incorrectas y que mi componente psicosocial jugaba un papel fundamental en toda esta situación. 

Mi mayor énfasis era mi cuello, mi cabeza y la pesadez de mis hombros y una sensación de dolor recorriendo hasta la zona baja de mi cuerpo. Su tratamiento comenzó en mi cuello, cabeza, zona de la boca, tecnicas de relajacion y unos ejercicios, pocos la verdad, pero muy coordinados y específicos que ayudaba dirigiendolos ella. Una y otra vez repetía que el movimiento era bueno para mi y que para nada me convenía tenerle miedo al movimiento y dejar de hacer cosas por esa razón. pero es que cuando algo te duele lo evitas de aqui hasta la China. 

Me dio recomendaciones para seguir en casa, pautas que tenía que reconocer que no me aportaban nada bueno en mi forma de llevar la vida y me aconsejo que dependiendo de la evolución que íbamos teniendo me podría aconsejar el trabajo de Psicología, para abordar campos propios, que quizas no tenia aceptados y asi tener mas herramientas para relajarme y autoconocerme. 

La verdad que durante el tratamiento, notaba cambios, y cada vez que reevaluaba mis movimientos, mi tejido, mi respiración, mis sensaciones la fisio decía vamos mejorando; al final de la sesión sentí mayor alivio después de los ejercicios y de esa sensación de saber reconocer qué zona de mi cuerpo muevo y qué objetivo tiene ese movimiento. 

Mis dolores de cabeza entraban en una lista y mis patrones de movimientos también, el hecho de distinguir mis dolores y darles definición numérica para intentar descubrir cuál era el de mayor incidencia o el que producía los otros, cuál era el responsable de mis sensaciones de origen neurológicas, ayudaban a ubicarse en patrones con tratamientos específicos y con evidencias claras de que esas técnicas aplicadas me ayudarian si o si. esto no se trataba de un masaje sin mas, parecia estar todo encajando en una lista de valoración donde se construyen Hipótesis que se cumplían o no y que llevaban a un tratamiento a ir de lo inespecífico a lo específico con muy pequeños márgenes de error y con una aplicación segura y eficaz de conceptos de tratamientos comprobados e individualizados. me sentí genial, quizás el abordaje me dio confianza y esa confianza se aseguro con los resultados que note en los cambios que apreciaba durante el tratamiento.

Descubrí no el concepto de Fisioterapia, sino el concepto de trabajo de una persona que busca dar calidad de vida al que ya no tiene casi ninguna. los errores estan y los pacientes pagamos esos errores, que seguramente en manos sensatas y coherentes con ansias de conseguir un verdadero desajuste y no la eliminación de un síntoma particular como si de algo único e individual se tratara, es lo que diferencia un tratamiento con un razonamiento clínico a otros que solo quieren mirar el bosque sin mirar los árboles. 

He entendido que todo tiene una causa y un efecto, que el movimiento me ayuda, que mi entorno social me afecta y que con ayuda puedo hacer ajustes en el, que una actitud negativa, catastrófica no me deja avanzar y que con ayuda de manos coherentes tengo una esperanza de que mi calidad de vida cada dia vuelva y es así como ahora me siento, que voy teniendo ganas de seguir viviendo. 

Gracias de verdad!!!!!!!!!!!!!!!!!






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